petỹ
a mí el campo me entró con el tabaco
por la nariz
después por las manos
la vista
hojas con venas
nunca había visto
las tocaba
como quien no ve
o no cree
en lo que ve
es tabaco
me dijo mamá
era la primera vez
que recuerdo llegar
a casa de la abuela
cuando la vi
ella tenía un cigarro
en la boca
y ese olor
fue como saludar a una planta
como si una planta
me saludara
años después
aún niño
toqué hojas de tabaco secas
el color era oscuro
las venas
estaban intactas
cuando fuimos a vivir
a casa de la abuela
ella me enseñó
a armar cigarros
lashoja más chica
son para hacer chripa
me decía
las colocábamos después
en una hoja más grande
tené que enliarle parejo
me repetía a cada rato
después me mostraba
cómo se pegaba con engrudo
el borde de la hoja
para que el cigarro
no se desarme
también me enseñó a fumar
me gustaba recorrer el campo
a pie
vicheando
buscando nidos
y una vez
encontré un murciélago
en el tronco de un árbol
había un hueco
y él estaba ahí
como escondido
metí la mano
lo toqué
lo alcé
acaricié sus alas
fue como acariciar tabaco
alas como hojas con venas
hojas que son casi tela
hasta en el color
se parecían
me enamoré del murciélago
lo visitaba a diario
y a veces se lo llevaba a la abuela
para mostrarle sus alas
el parecido que había
qué cosa no
decía
no se animaba a tocarlo
anoche en caa cati
alguien sacó unos cigarros
como los de la abuela
después de cenar
el olor el color las venas
volvían a mí
la laguna era como un espíritu
de fondo
hubo guitarra
acordeón
y cajón peruano
para variar
mi chamígo fabián fumaba
con nosotros
lo miraba y pensaba
no le falta nada para ser
de acá
allá volví a ver
manos morochas que
se parecen a esas hojas
de tela casi
con venas como caminos
me enamoro
de esas manos
el día que ame
él las tendrá así
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